“Para mí ha sido muy satisfactorio haber conservado a lo largo de mi trayectoria profesional los vínculos con la UIA, buscando de alguna forma, retribuir lo que mi alma máter me aportó”. RHR
“Parecía un proyecto imposible de realizar: construir 65,000 metros cuadrados de un solo golpe. Pero lo cierto es que en 1987 entregamos una escuela nuevecita para arrancar de cero” RHR.
El vínculo de Roberto Hernández con la Universidad Iberoamericana inició cuando cursó la licenciatura en Administración de Empresas de 1960 a 1964, en este lapso fue coordinador de la sociedad de alumnos de su carrera. En 1974, involucrado con las necesidades de la Universidad comenzó a participar activamente uniendo sus esfuerzos con el Patronato Económico y de Desarrollo de la universidad (FICSAC), para fortalecer la excelencia académica de la universidad.
Cuando en el mes de marzo de 1979 ocurrió el sismo que destruyó gran parte de los edificios del Cerro de las Torres en Churubusco, Roberto Hernández se unió a la FICSAC para recuperar la vida de su Alma Mater encabezando la campaña financiera “Estamos en campaña para construir hoy nuestro mañana”, con la que se lograron los recursos necesarios para la edificación de 65,000 m2 de un nuevo Campus en Santa Fe, iniciando así un importante esfuerzo en el que es de destacarse la solidaridad y el entusiasmo de muchos otros ex alumnos que se unieron a él en esta convocatoria.
El 31 de julio de 1987, día de San Ignacio de Loyola, se inauguran las instalaciones de la Universidad Iberoamericana Campus Santa Fe, y tan sólo unos meses después iniciaron las actividades académicas en su nuevo campus. En casa nueva, la Universidad tuvo cambios importantes, en 1989 Roberto Hernández tomó posesión como presidente de la FICSAC, actividad que combinó con su ascendente carrera en el ámbito bursátil y bancario del país.
Como presidente de la FICSAC, inició los trabajos de planeación para construir los Institutos de Ciencias Económicos-Administrativas y de Ingeniería y Ciencias, para lo cual lanzó una campaña financiera “Invertir en educación: futuro de México”; y promovió la excelencia académica instituyendo el programa de Cátedras Fundadas, creando 22 cátedras para la carrera de Economía con recursos externos.
Durante 1992 y 1993, organizó los sorteos de juego instantáneo “¿Dónde quedó la bolita?” y “Refranes”, sorteos a nivel nacional que ayudaron a la consolidación de proyectos de desarrollo universitario en los campus León, Puebla, Torreón y Tijuana. Y en 1994, se dedicó a la creación del área deportiva para lo que también encabezó una exitosa campaña financiera. En abril de 1995, concluyó su gestión como presidente de FICSAC, pero jamás se ha despedido de la Universidad. A más de cuatro décadas de haber concluido sus estudios, sigue formando parte activa de La Ibero como asociado de UIAC (Universidad Iberoamericana, A.C.)
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