Siendo Presidente del Consejo de Administración de Banco Nacional de México, el 15 de diciembre de 1992, se constituyó FSB como una iniciativa destinada a favorecer el desarrollo de una política social que contribuyera a elevar los niveles de bienestar de la población, particularmente el de las familias de menores ingresos en el país.
A lo largo de estos años, el compromiso social asumido por Banamex se ha materializado en obras y proyectos de alto impacto social y económico apoyados por FSB, en corresponsabilidad con las familias y grupos beneficiarios, y de forma coordinada con organismos privados y públicos, nacionales e internacionales.
En su carácter de Co-Presidente del Consejo Directivo de FSB, Roberto Hernández impulsa permanentemente el logro de los objetivos de la institución, que en los últimos quince años ha logrado conformarse como una entidad privada con presencia en todos los estados de la república mexicana, incluyendo el apoyo solidario a familias damnificadas en otras regiones del mundo.
De 1992 a la fecha, ha impulsado la directriz que permite orientar los recursos humanos, técnicos y financieros de FSB, al desarrollo y consolidación de obras y proyectos en el marco de las siguientes líneas de acción estratégica: desarrollo comunitario y bienestar social; fomento a la productividad y el empleo; proyectos culturales generadores de empleo; atención a familias y comunidades afectadas por fenómenos naturales; y a la protección, conservación y desarrollo sustentable de los recursos naturales.
En el ámbito del bienestar social, promueve que FSB incida en la promoción de acciones encaminadas a la alimentación, nutrición y salud de diversos sectores de la población; el respaldo a la educación en un sentido amplio, universal, es una de las actividades que reciben su apoyo destacado; así como la realización de obras de infraestructura de servicios a la comunidad y la autoconstrucción y mejoramiento de la vivienda popular.
El rescate de la vivienda vernácula y la autoconstrucción de viviendas las considera como acciones prioritarias al ser detonadoras de empleo y derrama económica local; la construcción de viviendas en diversas regiones del país y la instrumentación de múltiples sistemas constructivos en materia de vivienda popular, permiten afirmar que FSB es una de las instituciones privadas con una de las mayores experiencias en el tema a nivel nacional.
Desde su perspectiva, las obras y proyectos comunitarios tienen un valor especial por el hecho de que fomentan la organización y mantienen las formas de cohesión y solidaridad entre los grupos y núcleos de la población. Ejemplo de ello son la construcción, mejoramiento y/o rehabilitación de sistemas de agua potable y drenaje, electrificación, caminos y puentes, centros de salud y hospitales, albergues y escuelas, así como centros para el desarrollo individual, familiar y comunal.
La contribución a la agenda educativa del país siempre ha figurado como parte de sus convicciones más relevantes, de ahí el constante apoyo a proyectos especiales y actividades que permitan el logro de modelos de atención replicables; sean estos proyectos innovadores en materia de educación formal y tradicional, hasta la apuesta a iniciativas de educación a distancia, aprovechando el uso de sistemas de información y comunicación en tiempo real. Dando apoyo a todos los niveles, desde preescolar hasta el nivel de especialización universitaria y de postgrado.
Para fomentar el desarrollo comunitario y el bienestar social, contribuyó a que FSB se involucrara en la adopción de un conjunto de microrregiones de alta y muy alta marginación, que con el apoyo económico y asesoría del personal de la asociación se construyera un modelo de desarrollo rural, utilizando modernos sistemas de información y comunicación con operación en tiempo real como soporte tecnológico, a través de Plataformas Tecnológicas con internet operadas por organizaciones sociales.
El empleo temporal y la derrama económica que producen las obras de rescate y restauración de monumentos y obras prehispánicas y coloniales, particularmente ex conventos e iglesias, representan uno de los logros más importantes que ha respaldado desde FSB. Para ello, consideró apropiado el diseño de fideicomisos que permiten la administración eficiente y eficaz de los recursos destinados a las obras.
Con el rescate y conservación de bienes muebles e inmuebles se recupera y conservan diversos oficios, tales como la herrería, labrado de madera y cantera, entre otros. Los inmuebles restaurados y el uso de los mismos para propósitos culturales y educativos, impacta positivamente en el flujo turístico de las localidades y regiones donde se llevaron a cabo las obras y proyectos.
Los fideicomisos constituidos permiten la participación de autoridades gubernamentales, personas físicas y morales, empresas y la sociedad civil organizada, constituyéndose consejos consultivos y técnicos plurales e incluyentes, esta comunicación continua con los actores institucionales comprometidos, es lo que pondera en la realización de estos trabajos de excelencia.
Al constituirse FSB, ponderó con los demás consejeros la importancia estratégica de atender y fomentar la realización y consolidación de pequeños proyectos productivos, los esquemas de ahorro y microcrédito y el financiamiento reembolsable de proyectos productivos, de comercialización y servicios.
Así, con su apoyo FSB ha destinado recursos para grupos de productores y mujeres que comercializan pequeños excedentes de sus cultivos en parcelas y traspatios, incluyendo productos artesanales para consumo local. Los productos que comercializan estos grupos carecen de valor agregado, por lo que se apoya la inversión e incorporación de herramientas y procesos que incrementen valor, incluyendo el fomento a la creación de fondos revolventes que operan como capital semilla de los grupos.
Durante su participación en FSB alienta las experiencias e iniciativas de organizaciones campesinas e indígenas, así como instituciones y asociaciones que trabajan en el establecimiento de mecanismos de microcrédito, y de ahorro y microcrédito, tanto en zonas rurales como en colonias populares. A lo largo y ancho del país, en coordinación con autoridades gubernamentales y/o directamente con diversos entes de estos servicios financieros, se apoya con pequeños fondos que destinan a fortalecer sus procesos de capacitación y capitalización.
Al arranque de FSB, suscribió la creación del fondo más importante que se haya conformado en una entidad privada, cuyo eje central fuera el financiamiento y el apoyo de cooperación técnica a organizaciones del sector social que contarán con proyectos económicamente viables y sustentables, productos de valor agregado y mercado, uso masivo de mano de obra temporal y empleo permanente de acuerdo a los ciclos agrícolas. El fondo se constituyó con recursos de contratarte de un organismo internacional.
El impacto y los resultados generados le valieron a Banamex el reconocimiento de entidades gubernamentales, privadas y sociales, por su contribución al desarrollo de sistemas y mecanismos ágiles de financiamiento, administración, control y seguimiento de la cartera, con estándares de recuperación superiores a diversos agentes financieros que operan estos mercados.
El diseño adoptado por el fondo, está estructurado para que se otorguen recursos no reembolsables de cooperación técnica como complemento al financiamiento, para fortalecer las áreas de control operativo, administrativo, financiero, legal y fiscal de las empresas sociales, incluyendo la introducción de innovaciones tecnológicas en los procesos productivos, para el incremento de valor agregado e imagen y presentación de los productos.
Banamex ha tomado la decisión de continuar este compromiso, lanzando una sociedad de objeto múltiple de financiamiento al sector rural. La banca social es para Banamex el equilibrio entre el negocio y el apoyo a los productores, entre el mercado y la responsabilidad institucional. Estos valores son la constante que ha caracterizado su trayectoria en Banamex y FSB.
En el conjunto de sus reflexiones, está presente el cambio climático y las condiciones de sobreexplotación de los recursos naturales, la ocurrencia de fenómenos naturales de diverso tipo que han devastado diversas regiones del país, con graves daños y efectos a la población de menores recursos.
Para dar respuesta a esta problemática, desde los primeros años de FSB con su anuencia y apoyo se han destinado recursos económicos y materiales para la atención de individuos, familias y comunidades en condiciones de pobreza y marginación en zonas rurales y urbanas. FSB ha mantenido un compromiso ascendente en esta materia, logrando aportar recursos propios, captando donativos de la sociedad en su conjunto y generando siempre esquemas de coinversión con los tres niveles de gobierno, para destinarlos a la reconstrucción de las zonas afectadas.
El sentido de solidaridad con los demás es una de sus fortalezas, más aún tratándose de individuos y colectividades que lo pierden todo o casi todo, las acciones destinadas a la reactivación de las actividades productivas y de empleo de las familias, así como la reposición de enseres domésticos, techos y casas en autoconstrucción, reciben sus contribuciones en forma adicional a las de FSB. El rescate de la vivienda vernácula afectada, la combinación e incorporación de sistemas constructivos modernos, incluyendo el traspatio rural, siempre son acciones que favorece.
Una de sus motivaciones más grandes, sin duda alguna es la naturaleza. La conservación, protección, restauración y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales es uno de sus compromisos que transciende las fronteras. Y por ello, FSB desde su inicio destinó recursos a diversas áreas naturales protegidas, la protección de especies en peligro de extinción y a la reforestación de bosques y selvas.
Para restaurar las áreas afectadas por fenómenos naturales, incendios, tornados, frentes fríos y huracanes, se destinan recursos a proyectos de corto mediano y largo plazos desarrollados por grupos y comunidades, por entidades privadas y organismos nacionales e internacionales. La destrucción de la flora y la fauna cuya valoración científica y económica recién empieza, pone de relieve el enorme reto y la gran oportunidad que representan las actividades de educación ambiental y de labores comunitarias para la prevención y mitigación de riesgos, ante tales catástrofes.
Este espíritu por la naturaleza, lo impulsó a que en septiembre de 2000 se lograra la constitución de Fomento Ecológico Banamex, A.C., donde también es Co-Presidente en el Consejo Directivo. Por vía de FEB se retomaron las experiencias y proyectos inicialmente apoyados por FSB, sentando las bases de compromisos a mediano y largo plazos, toda vez que para lograr impactos ambientales y económicos positivos, se requiere la realización de acciones con visión de futuro.
El binomio agua-bosque, las áreas naturales protegidas, las especies en peligro de extinción, las labores de educación ambiental y de proyectos urbano-ambientales, son hoy día, lo que nutre y anima las tareas del personal operativo y directivo de FSB y FEB.
Desde el Consejo de Administración de Banco Nacional de México, ha facilitado y propiciado que en FSB y FEB se generen sinergias y se construyan modelos y proyectos con diverso grado de complejidad e impacto social, económico, cultural y ambiental.
El personal operativo y de alta dirección en Citi-Banamex, son un factor clave en el éxito y resultados alcanzados; el aprovechamiento de la plataforma tecnológica y operativa de la red nacional de sucursales Banamex, posibilita la dispersión oportuna de recursos; el gradual involucramiento del personal y voluntarios de Banamex son motivos suficientes para alentar las tareas presentes y futuras que se desarrollan en FSB y FEB.
Su presencia, liderazgo, compromiso y respaldo institucional han posibilitado el desplegar y hacer realidad en innumerables localidades del país, los objetivos para los cuales están constituidas las asociaciones civiles de fines no lucrativos: FSB y FEB.
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